Por: Secretaría de Salud
La perspectiva de este Programa de Acción Específico se basa en una definición comprehensiva e integral de la salud sexual y reproductiva, que abarca aspectos esenciales, entre ellos, la anticoncepción, la prevención de embarazos en niñas y adolescentes, la salud menstrual, la prevención de la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otras infecciones de transmisión sexual, la atención integral a la salud materna y perinatal, la lactancia, la detección oportuna de problemas de infertilidad, el cáncer asociado al aparato reproductivo y de mama, el aborto seguro, así como la prevención y la reducción de los daños a la salud generados por la violencia de género y la violencia sexual, por mencionar algunos.
Cada uno de estos aspectos implica de manera independiente un conjunto de determinantes sociales, factores de riesgo, estrategias de prevención, procesos de detección y atención, de los cuales derivan los objetivos prioritarios, las acciones coordinadas con las diferentes áreas de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y las actividades de vinculación intersectorial para el periodo 2020-2024.
La salud integral, el ejercicio y el respeto a los derechos sexuales y reproductivos son elementos esenciales para el desarrollo, en conformidad con la agenda internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030; de esta manera adquieren su carácter de universalidad, pero demandan una visión analítica y operativa que contemple las prioridades territoriales y locales, así como las brechas entre grupos de población, reconociendo las formas imperantes de desigualdad, las barreras en el acceso a los servicios de salud y al ejercicio de estos derechos